HOJE
by Maria Cuento
Hoy quiero protestar para dar la oportunidad de descansar a
mi mente y mi corazón, que no dejar de buscar paranoicamente cómo, cuándo y dónde llenar el vacío inmenso
que tú dejaste, odio pensarte todo el tiempo en amores que no te pertenecen, que
no son tú pero, en esos ojos, en esas sonrisa de aquel chico que se acerca
sutilmente a saludarme, me doy cuenta que no eres tú y no puedo besarlo como si
tuviese el total derecho de mimar y consentir al amor de mi vida presente y
ausente.
Ese que me saluda por mensajes de whatsapp y me hace sacar unas
sonrisa tonta e inocente, no eres tú y no puedo responderle con miles de emoticones
de corazón y decirle que lo amo sin tapujos y sin miedo a que me borre o
bloquee de sus contactos por comportarme como una acosadora.
Ese chico que pasa por mi lado, con su cuerpo escultural me
saluda con una sonrisa tímida o me saluda de dos besos en cada mejilla y me
hace sonrojar secretamente, no lo puedo confrontar y tomarlo de la mano y
decirle que no me suelte nunca porque no eres tú.
Este eres tú, él que se alejó de mi lado, sin dejarme entender
cuál fue mi falla para no merecerte, que
mal hice? si todos los días no envidiaba a las demás parejas, porque yo creía que
tenia segura la mía, seguridad que se esfumó en poca horas, no me dejaste ni
siquiera tener una segunda opción o un haz bajo la manga para remplazarte en tu
ausencia, me obligas a olvidarte a renunciar ante tu actitud machista, que discriminó
mi ser de mujer libre, inteligente, única y soñadora.
Si las palabras salen en verso de poesía sin darme cuenta,
son el resultado de una escritora enferma, que trata de sanar sus heridas a través
de las palabras escritas en un papel que poco a poco, van acariciando mi alma y
mi corazón, como cuando se quiere tranquilizar a un bebé que llora y no tiene a
su mama al lado que logre calmarlo.
Finalmente, esto es lo que dejas en mi mente y mi corazón, hoy a miles de kilómetros de ti , sin tener
ganas de verte, ni escribirte, con mi alma solitaria que solo besa el aire y
abraza sus cobijas decidido tranquilizar a la soledad, escribiendo estas
palabras que tal vez, lleguen a tus manos y al leerlas las ignores porque ya no
soy parte de tu vida.
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