POEMA

MI PRIMA SOFIA 

 

Resulta que yo tengo una prima que se llama Sofía dice que se parece a mí tatarabuela, a mi abuela y a mi tía, a mi bisabuela a mi mamá y a una hermana mía.

le gusta llevarme la contraria noche y día,

que le da vergüenza decir que yo soy su familia, 

parece que viviera en una constante vigilia, 

porque yo !!nací toditita diferente,

que me gusta llevarle la contraria dizque a la gente 

dice que pareciera no haber tenido educación,

que no guardó compostura ni entro en razón, 

que mire todas ellas como son de puestecitas,

o que coja ejemplo de todas sus hermanitas, 

que como camino que como me visto, que como soy, 

que porque a toda fiesta que me invitan voy, 

que mi cabello, que mi peinado, que mi hablado,

eso es un bochinche y un corrinche por todo lado.

 

¡Mi gente! lo que Sofía no sabe,

es que algo a todas les herede,

y lo voy a enumerar para que mejor juzgue usted. 

a mi tatarabuela le heredé anchas caderas, 

que enamoran cuando pasó a cualquiera,

a mi bisabuela le herede la gozadora,

ella bailaba Jota, contradanza lo que fuera.

A mi abuela le herede su alegría y picardía,

es que es un sabor la abuela mía,

y a mi mama le heredé su espíritu de libertad 

y su empuje para decir la verdad, 

y a mis hermanas también me parezco 

es que los insultos de Sofía yo no merezco. 

 

Ay! pero yo ya sé, de dónde viene todo ese odio,

eso es por culpa del compa Gregorio 

que un dia en una fiesta me saco a bailar, 

y me tenía en la pared bien arrejunta!

y yo que no soy boba también me lo baile, 

y ahí comenzaron los insultos de esa mujer,

que porque ella, lo había visto de primera!,

 y yo sí le dije, que dejara de ser embustera,

entonces me prohibió, que hablara más con él,

que mejor me fuera a bailar con Samuel,

 

Mi gente, mientras Sofía hablaba

sonó un abozao y en un dos por tres,

estaba Gregorio a mi lado, 

empecé a mover mis caderas mientras él me sonreía 

y Sofía con rabia y desdén me veía

y cuando me agarra Gregorio en la cintura 

de ahí pa’ adelante todo fue calentura           

y eso cuanta chirimía sonaba bailábamos 

y entre sonrisas y miradas nos enredamos.

 

Vean ve, y para no alargarnos el cuento con ese hombre me casé 

y a Sofía con su envidia solitica la dejé, 

y es que pensó que con ofensas me iba a opacar 

que por mis rasgos distintos me iba a menospreciar,

no mi gente por eso les digo,

si uno no tiene claro quién es, 

pueden hacer con uno hasta pa’ vender 

entonces siéntase orgullosa de quien es usted 

y con mi Gregorio no se vaya a meter. 




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